Hoy te queremos hablar de una práctica muy popular en los últimos años: el piercing o más concretamente los piercings bucales. Si estás pensando en hacerte uno, es importante que conozcas los riesgos y precauciones que debes tomar para evitar cualquier problema en tu salud oral.
A lo largo de este blog, te explicaremos algunos de los peligros potenciales asociados con los piercings bucales, los pasos que debes seguir antes y después de hacerte uno, y los cuidados necesarios para mantener tu piercing sano y evitar infecciones. Esperamos que esta información te sea útil para tomar una decisión informada y cuidar de tu salud bucal.
Si estás pensando en hacerte un piercing, sigue leyendo
Antes de hacerte un piercing ¿cómo prepararte?
Antes de hacerte un piercing bucal, es importante que te prepares adecuadamente para minimizar los riesgos asociados con esta práctica. A continuación, te presentamos algunos aspectos a considerar:
- Selección de un piercer experimentado y confiable: Asegúrate de elegir uno que cuente con experiencia y esté registrado en una organización reconocida. No te dejes guiar únicamente por el precio, ya que el profesionalismo y la calidad del trabajo son fundamentales para evitar problemas posteriores.
- Discusión de la ubicación y tipo de piercing: Es importante que tengas claro que no todas las áreas de la boca son seguras para perforar y algunos tipos de joyas pueden dañar tus dientes y encías.
- Información sobre el proceso de curación y cuidado posterior: Pregunta a tu piercer acerca del proceso de curación y los cuidados posteriores necesarios para mantener tu piercing sano y prevenir infecciones. Esto incluye la duración del periodo de curación, los productos adecuados para la limpieza y desinfección del piercing, y las medidas a tomar en caso de inflamación o infección.
Tomar en cuenta estos aspectos antes de hacerte un piercing bucal puede ayudarte a minimizar esos riegos que existen cuando te vas a colocar uno y te puedes asegurar una experiencia segura y saludable.
Riesgos asociados con los piercings bucales
Aunque los piercings bucales pueden resultarte atractivos, también presentan algunos riesgos para tu salud. Algunos de los peligros potenciales asociados con los piercings bucales son:
- Infecciones y enfermedades transmitidas por la sangre: Los piercings bucales pueden ser una puerta de entrada para bacterias y virus que pueden causar infecciones. Además, si el piercer no utiliza equipo estéril o no sigue los protocolos adecuados de higiene, existe el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por la sangre como hepatitis B, hepatitis C y VIH.
- Daño a los dientes, encías y boca: Las joyas de los piercings bucales pueden golpear los dientes y causar fracturas, astillamientos y desgaste dental. Además, pueden irritar las encías y provocar retracción, inflamación y sangrado. En algunos casos, el uso de piercings bucales puede causar daño a los nervios, músculos y vasos sanguíneos de la boca.
- Problemas de pronunciación y masticación: Algunos tipos de piercings bucales pueden interferir con la capacidad de hablar y comer correctamente. Por ejemplo, los piercings en la lengua pueden dificultar la pronunciación de ciertas palabras, mientras que los piercings en los labios pueden dificultar la succión y la masticación de alimentos.
Es importante que consideres estos riesgos antes de hacerte un piercing bucal y tomes las medidas necesarias para minimizarlos. Si experimentas algún problema después de hacerte un piercing, no dudes en acudir a tu dentista o médico de confianza para recibir atención médica.
Cuidado posterior y mantenimiento
Después de hacerte un piercing bucal, es fundamental mantener una buena higiene y cuidado para asegurar una adecuada cicatrización y prevenir posibles complicaciones. Te dejamos aquí algunas pautas para el cuidado posterior de tu piercing:
- Instrucciones para la limpieza y el cuidado adecuados del piercing: Sigue las recomendaciones de tu piercer sobre cómo limpiar y desinfectar tu piercing. Esto puede implicar el uso de soluciones salinas o enjuagues específicos para mantener el área limpia y prevenir infecciones. Evita tocar el piercing con las manos sucias y evita el uso de alcohol o productos irritantes.
- Signos de infección y qué hacer si ocurre: Presta atención a cualquier señal de infección, como enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor intenso, pus o fiebre. Si sospechas de una infección, busca atención médica de inmediato. No retires la joya por tu cuenta, ya que esto podría ocasionar complicaciones.
- Consideraciones para la joyería y el cambio de la misma: Durante el proceso de curación, es recomendable evitar cambiar la joya del piercing, ya que esto puede interferir con la cicatrización. Si deseas cambiar la joyería, consulta primero con tu piercer para asegurarte de que la zona esté completamente curada y recibir instrucciones adecuadas sobre cómo hacerlo de forma segura.
Cada persona y cada piercing son únicos, por lo que es esencial seguir las indicaciones y estar atento/a a cualquier cambio o problema que puedas experimentar. El cuidado adecuado del piercing bucal es crucial para mantener una buena salud oral y prevenir complicaciones a largo plazo.
Piensa bien en tu salud bucal antes de hacerte un piercing
Los piercings bucales pueden ser una forma de expresión personal y estética, pero es fundamental tener en cuenta los riesgos asociados y tomar precauciones adecuadas antes de decidir hacerte uno.
Tomar una decisión informada y cuidar de tu salud bucal debe ser tu prioridad. Si tienes dudas o experimentas algún problema, no dudes en buscar atención médica y consultar con tu dentista de confianza.
Recuerda que tu salud oral es valiosa y debes tomar todas las medidas necesarias para mantenerla en óptimas condiciones. Piensa bien y calcula cuidadosamente los riesgos y beneficios antes de hacerte un piercing bucal y toma decisiones que sean seguras y saludables para ti.
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